Mi perrito músico sufrió esa tarde porque no tuve más a mano para torturarle que un cable USB.
Desnudo, nervioso, pudoroso, jajajajajaja. Desnudito y humillado como un perro ante su Ama. Él sabe cual es su sitio.
Aquí os dejo unas fotitos y los videos que le hice mientras lo torturaba, jajajajaja. Lo que me divertí ese dia y lo que me rio cada vez que veo los videos.