Soy Mistress Mónica, mujer dominante de Barcelona en busca de sumisos convencidos de su rol. Te busco a ti, hombre sumiso, cornudo, pajillero, micropene y pagafantas... Sesiones reales en Barcelona, me gusta todo, sobre todo veros suplicar desnudos y arrodillados a mis pies. Yo soy tu Ley!!!

domingo, 3 de diciembre de 2017

Dedicado a un sumiso

Hoy os traigo un relato un poco personal, para que sepáis como nació la que hoy en día es Mistress Mónica y como he llegado hasta aquí. Soy una madrileña que hace unos años decidió cambiar de aires y venir a Barcelona y es poco después, cuando descubrí lo que era ser una Dómina, pues fue todo un cúmulo de casualidades.


Me hace mucha gracia cuando veo la cantidad de chicas que quieren ser una Dominatrix, porque se creen que cualquiera puede estar capacitada para dominar a un sumiso, solo por llamarlo perdedor y decirle que le bese los pies y le chupe las botas.
Muchas creen que ser Dominatrix es comprarse un catsuit o cualquier prenda de cuero y una fusta, pero van mal encaminadas, porque una Dominatrix nace, no se hace.

Yo siempre he sido una persona con mucho caracter y he chocado muchísimo con los chicos en mis relaciones vainilla, aunque no supe el por qué hasta hace unos años, que asistí a una fiesta BDSM  con un amigo, que me pidió que le acompañase, porque no quería ir solo. Por aquel entonces yo no sabía ni que significaba ni que era el BDSM ni tampoco me molesté en preguntarle, solo accedí a acompañarle, pues me prometió que me lo pasaría bien y conocería a gente "diferente".

Para mi aquella noche fue como una revelación, al principio fue todo normal, gente vestida de negro, mucho cuero, latex y poco más...  pero llegó una pareja, en la que me fijé de casualidad... la chica sacó un pequeño látigo de su bolso y comenzó a chasquear los dedos, cada vez que lo hacía, el chico que la acompañaba realizaba una acción: quitarle el abrigo, cogerle el bolso y lo más curioso... colocarse un collar de perro con una cadena, que le puso en la mano a la chica.
Seguidamente, la chica le dio un golpe en la espalda con el látigo y él se puso a cuatro patas en el suelo y fue siguiendo así a la chica por toda la sala.

Ante la cara de sorpresa que supongo debí poner, un chico a mi lado, me dijo en tono sarcástico:
—qué? tú no tienes uno de esos?...
—uno de qué?, contesté
—un sumiso, qué va a ser?
—un sumiso???
—ah!, perdona, pensé que sabías del tema.

Aquella breve conversación no dejaba de darme vueltas en la cabeza y fui en busca de mi amigo para que me explicase lo que acababa de ver y me dijese qué era un sumiso.

Con cada explicación mi curiosidad iba más allá y necesitaba saber más y más, así que le hice una auténtica avalancha de preguntas, ya que, parece ser, que mi mismo amigo era sumiso y yo ni lo sabía...cosas de la vida...

Tras la fiesta, a la mañana siguiente, busqué por internet todo lo que pude acerca del BDSM y realmente fue una revelación y empecé a entender por qué mis relaciones vainilla habían sido un fracaso tras otro y comprendí que necesitaba hacer un cambio en mi vida.

Lo primero que hice fue buscar anuncios de sumisos que necesitaban sesiones y me aventuré a hacer algunas y aunque pensé que no me atrevería y que al final no sería capaz, cual fue mi sorpresa de que no fue así...que era algo innato y me salía sin tener que pensar ni tener que dejar de ser yo ni interpretar un papel...solo tenía que dejarme llevar.

Durante estos años, he conocido a muchos sumisos diferentes, con algunos solo he tenido una sesión y con otros, tengo sesiones continuadas, pero ninguno ha sido para mi nada especial, como sé que tienen otras Dóminas, un sumiso especial, fiel y su verdadera mano derecha. Pero este verano pasado, conocí a alguien especial, alguien que pese a ser sumiso, se ha ganado mi respeto y admiración, me ha fascinado con su entrega, su fidelidad y sabiduría...él es y espero que siempre sea, mi sumiso especial, aunque es una pena que estemos un poco lejos, que sepas que te echo de menos MSV.

Ser Dominatrix es lo mejor que me ha pasado en la vida, he descubierto mi verdadera vocación y aunque a veces es estresante tener que tratar con pajilleros, estúpidos, inexpertos o simples curiosos, que sólo me hacen perder el tiempo, es gratificante ir encontrando de vez en cuando a un sumiso de vocación, que sabe cual es su lugar y con la suficiente experiencia para saber lo que quiero, sin tener ni que pedirlo.

1 comentario:

  1. Me gustaría tener una sesión. Mi mail es Estaesmicuentasi@outlook.es

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Yo soy tu ley.

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